Toxicidad Positiva: Por qué es dañina y qué decir en su lugar
Como psicólogo, me gustaría abordar un tema que está cada vez más presente en nuestras vidas: la toxicidad positiva. Aunque pareciera contradictorio, el concepto de toxicidad positiva se refiere a una forma negativa de expresar emociones y experiencias, disfrazada bajo una aparente actitud positiva. En lugar de desestimar o negar nuestras emociones negativas, esta toxicidad positiva se basa en una insistencia constante en mantener una mentalidad positiva, sin importar la situación.
Entendamos primero cómo se manifiesta esta toxicidad. Cuando alguien está pasando por un momento difícil o está experimentando emociones negativas, como tristeza, ira o frustración, es común escuchar frases como «Sé positivo», «No te preocupes, todo estará bien» o «No deberías sentirte así». Estas respuestas, aunque bien intencionadas, invalidan las emociones del individuo y generan sentimientos de culpa por no poder mantener una actitud positiva en todo momento.
La toxicidad positiva puede ser especialmente perjudicial porque desvaloriza las emociones humanas legítimas. Pretender que siempre debemos ser felices y sonreír a pesar de nuestras circunstancias puede llevarnos a suprimir nuestras emociones negativas, lo cual no es saludable. Negar nuestras emociones y sentimientos puede afectar nuestra salud mental, provocando estrés, ansiedad e incluso depresión. Es fundamental validar nuestras emociones y permitirnos sentir, tanto lo bueno como lo malo.
Además, la toxicidad positiva puede generar un sentimiento de presión y un falso sentido de felicidad. Las personas que se sienten obligadas a mantener una actitud positiva todo el tiempo pueden experimentar culpa o vergüenza cuando no logran cumplirlo. Esto lleva a ocultar sus verdaderas emociones, lo que a su vez puede dificultar la búsqueda de ayuda y apoyo necesario.
Entonces, ¿qué podemos hacer para evitar caer en la toxicidad positiva? En lugar de negar o minimizar las emociones negativas de los demás, debemos practicar la empatía y la comprensión. En lugar de decir «No te preocupes, todo estará bien», podríamos decir «Comprendo que estás pasando por un momento difícil, ¿puedo hacer algo para ayudar?». En lugar de insistir en que sean positivos, podemos ofrecer un espacio seguro donde puedan expresar libremente sus emociones sin juicio.
Es importante recordar que tanto las emociones positivas como negativas son parte normal de la experiencia humana. No debemos temer a nuestros sentimientos negativos; por el contrario, debemos aprender a aceptarlos y manejarlos de manera saludable. Siempre es recomendable buscar apoyo profesional, como un psicólogo, cuando sentimos que nuestras emociones nos abruman y necesitamos ayuda para enfrentarlas adecuadamente.
En conclusión, la toxicidad positiva no es una actitud saludable. Debemos dejar de presionarnos y presionar a los demás para ser positivos en todo momento. En lugar de eso, debemos fomentar una mentalidad de aceptación y empatía hacia nuestras propias emociones y las de los demás. Recordemos que todos merecemos sentirnos escuchados y validados, independientemente de si nuestras emociones son positivas o negativas. Juntos, podemos crear un entorno más saludable y comprensivo.
Bibliografía complementaria sobre Psicología y Psiquiatría:
1. American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5). American Psychiatric Pub.
2. Barlow, D.H., & Durand, V.M. (2017). Psicopatología: un enfoque integral de la psicología anormal. Cengage Learning.
3. Clark, D.A., & Beck, A.T. (2011). Terapia cognitiva de los trastornos de personalidad. Paidós.
4. Díaz-Caneja, C.M., Espliego, A., & Parellada, M. (2018). Trastornos mentales en niños y adolescentes. Elsevier.
5. Frías López, C. (2019). Tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos: Un enfoque integrador metacognitivo. Pirámide.
6. Gabbard, G.O. (2014). Psiquiatría psicodinámica en la práctica clínica. Elsevier.
7. Guyton, A.C., & Hall, J.E. (2013). Tratado de Fisiología Médica. Elsevier.
8. Mataix-Cols, D. (2013). Trastorno obsesivo-compulsivo. Editorial Médica Panamericana.
9. Mora-Ripoll, R. (2009). Psicopatología del niño y del adolescente: enfoque integrador. Masson.
10. Villegas, J.M., & Israele, R. (2020). Manual de Psicopatología. Paidós.
Es importante tener en cuenta que esta bibliografía complementaria solo representa una selección de libros en el campo de la Psicología y la Psiquiatría, y existen numerosas otras fuentes y autores relevantes en el tema. Se recomienda consultar también artículos científicos, revistas especializadas y otros recursos actualizados en el área de estudio.