¿Deberías decir «persona con autismo» o «persona autista»?
Como psicólogo, a menudo me encuentro con preguntas sobre el lenguaje correcto y apropiado para referirnos a las personas con autismo. En los últimos años, ha habido un debate en torno a si debemos utilizar la frase «persona con autismo» o «persona autista». Ambas opciones tienen sus defensores y detractores, y es importante comprender los matices de cada una antes de tomar una decisión informada.
La frase «persona con autismo» se basa en el enfoque de centrar en la persona antes que en su condición. Al decir «persona con autismo», se busca reconocer la individualidad y las múltiples dimensiones de la identidad de una persona, poniendo énfasis en que el autismo no define por completo quiénes son.
Algunos argumentan que utilizar «persona con autismo» es más respetuoso y muestra una mayor aceptación de la diversidad humana. Se cree que esta forma de expresión promueve una visión inclusiva y busca evitar etiquetas estigmatizantes. También puede enfatizar la importancia de ver a la persona más allá de su diagnóstico y fomentar un enfoque más holístico en la intervención y el tratamiento.
Sin embargo, hay quienes sostienen que utilizar «persona autista» es más preciso y refleja una identidad intrínseca basada en el autismo. Algunas personas con autismo se identifican y se sienten cómodas con esta forma de expresión, ya que sienten que su condición es una parte integral de quiénes son. Esta perspectiva aboga por reconocer y celebrar la diversidad del espectro del autismo y empoderar a las personas para aceptarse a sí mismas tal como son.
Es importante tener en cuenta que no hay una respuesta única y correcta a esta pregunta, ya que la preferencia puede variar de persona a persona. Algunas personas pueden preferir la frase «persona con autismo» porque sienten que el autismo es solo una parte de su identidad y no define completamente quiénes son. Otras pueden sentirse más cómodas con la frase «persona autista» porque ven el autismo como algo central en su identidad.
La clave para usar el lenguaje adecuado es escuchar y respetar las preferencias de las personas con autismo y sus familias. Es importante recordar que cada persona tiene su propia experiencia y perspectiva individual. Siempre es recomendable preguntar y seguir las preferencias de cada persona en lugar de hacer suposiciones.
En última instancia, el objetivo principal debe ser tratar a las personas con respeto, empatía y dignidad, independientemente de la terminología que se utilice. Nuestra forma de referirnos a las personas con autismo refleja nuestro compromiso de inclusión y valoración de su identidad.
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