Cómo la prueba de «The Visual Cliff» puso a prueba la percepción de la profundidad en los bebés
Como psicólogo, siempre me he interesado en comprender cómo los seres humanos perciben y entienden el mundo que les rodea, y uno de los aspectos más fascinantes es la percepción de la profundidad. La capacidad de evaluar adecuadamente la distancia y la altura de los objetos es esencial para nuestra supervivencia y nuestra interacción con el entorno.
Una de las investigaciones más famosas en esta área es la llamada prueba del «The Visual Cliff» (El Abismo Visual), que fue diseñada por los psicólogos Eleanor J. Gibson y Richard D. Walk en la década de 1960. Esta prueba proporciona una valiosa comprensión sobre cómo los bebés desarrollan su percepción de la profundidad.
En la prueba, se crea un «abismo» simulado colocando una superficie de vidrio sobre el piso, con un patrón de tablero de ajedrez impreso debajo. En un lado del vidrio, se coloca un objeto atractivo para el bebé, como un juguete o un objeto brillante. En el otro lado, se deja espacio vacío. El propósito de esta configuración es crear la percepción de que hay un precipicio entre el bebé y el objeto, y observar cómo reacciona.
Los bebés, a una edad temprana, son capaces de distinguir la profundidad y aprender a evitar situaciones que impliquen un riesgo de caída. Alrededor de los seis meses de edad, la mayoría de los bebés tienen una percepción de la profundidad bastante desarrollada. Por lo tanto, se espera que los bebés eviten cruzar hacia el lado con el supuesto abismo y se queden en el lado seguro.
Los resultados de la prueba de «The Visual Cliff» han sido sorprendentes. Los bebés de seis meses en adelante mostraron un claro miedo o preocupación cuando se les animaba a cruzar hacia el lado del abismo. Por otro lado, aquellos que aún no hayan cumplido los seis meses no mostraron ninguna reacción de miedo y se aventuraron a cruzar hacia el otro lado.
Estos hallazgos sugieren que los bebés tienen una capacidad innata para percibir la profundidad y el peligro asociado con las alturas. A medida que van creciendo, van adquiriendo una comprensión más sofisticada y aprenden a reconocer los estímulos visuales que indican la presencia de un abismo. También se ha demostrado que la experiencia de gatear y la interacción con un entorno en tres dimensiones influyen en el desarrollo de esta capacidad.
Es importante destacar que este tipo de pruebas tienen limitaciones y no deben considerarse como el único indicador de la percepción de la profundidad en los bebés. Sin embargo, nos ofrecen un valioso punto de partida para comprender cómo los bebés desarrollan y adquieren habilidades perceptivas a lo largo de su crecimiento.
En resumen, la prueba de «The Visual Cliff» nos muestra cómo los bebés son capaces de reconocer y evitar situaciones de peligro relacionadas con la altura y la profundidad. Este estudio subraya la importancia de la percepción de la profundidad para nuestra supervivencia y desarrollo cognitivo. A medida que los bebés van creciendo, su capacidad para percibir el mundo que les rodea se vuelve más sofisticada, lo que les permite interactuar y adaptarse de manera más efectiva en su entorno.
Bibliografía complementaria sobre Psicología y Psiquiatría:
1. American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5). American Psychiatric Pub.
2. Beck, A. T., Rush, A. J., Shaw, B. F., & Emery, G. (1979). Cognitive Therapy of Depression. Guilford Press.
3. Ellis, A., & Dryden, W. (2011). The Practice of Rational Emotive Behavior Therapy. Springer Publishing Company.
4. Freud, S. (1917). Beyond the Pleasure Principle. Hogarth Press.
5. Grohol, J. M. (2014). The Insider’s Guide to Mental Health Resources Online. Guilford Press.
6. Kessler, R. C., Berglund, P., Demler, O., Jin, R., Merikangas, K. R., & Walters, E. E. (2005). Lifetime prevalence and age-of-onset distributions of DSM-IV disorders in the National Comorbidity Survey Replication. Archives of General Psychiatry, 62(6), 593-602.
7. Linehan, M. M. (1993). Cognitive-Behavioral Treatment of Borderline Personality Disorder. Guilford Press.
8. Ruscio, J. (2006). Brief Overview of Common Psychiatric Disorders. R. College of Physicians.
9. Seligman, M. E. (1998). Learned helplessness in humans: Critique and reformulation. Journal of Abnormal Psychology, 87(1), 49-74.
10. Sigmund, K. (1900). The Interpretation of Dreams. Basic Books.
Es importante tener en cuenta que esta es solo una selección de bibliografía complementaria sobre Psicología y Psiquiatría. Existen numerosos libros, estudios y publicaciones adicionales que abordan diferentes aspectos de estas disciplinas.